Leo en Huella Digital que no se celebrará el tercer debate electoral en Internet que el panfleto de Arsenio Escolar pedía. Y al leer esta noticia me he quedado frío...muy frío.

Casi que ya me esperaba que no se celebrara. Los debates suelen estar muy cerrados, con los tiempos de cada candidato muy previstos, las preguntas, las réplicas...no cabe un debate con preguntas sorpresivas al estilo de los que se hicieron hace unos meses.

Además, 20 minutos me ha dejado el amargo sabor de quien utiliza a los Internautas para hacerse un nombre y apoderarse de la voz de todos aquellos que accedimos a apoyar este debate. Apoyar no es decir que si a todo lo que dicen. Apoyar es esperar ser preguntado, por ejemplo, por quien debe moderar el debate. No puede ser que yo les apoye y no me pregunten nada de nada y crean que hablan en mi nombre. Porque señor Arsenio, Ana Rosa Quintana será muchas cosas, pero periodista de prestigio no.

Al final ha sido Pepiño Blanco el que ha dado el paso y ha dicho lo que la mayoría creía que pasaría. No habrá debate. Señor Arsenio, no crea que me volverá a camelar nunca más con sus propuestas. Esta vez he visto para qué quiere usted el apoyo de los bloguers. Y no cuente conmigo de nuevo para que le haga publicidad gratuita.

Así que casi que me alegro de que no se celebre, aunque solo sea porque no se ponga la medalla el Arsenio.