Había una vez un señor que ahora es muy, muy, muy importante en España, que decidió cambiar  radicalmente la política exterior de su país. Tal era su ambición, que no dudó en enfrentarse a EEUU en apoyo de las dos grandes potencias Europeas...(llamadas de la vieja Europa), con la salida de un conflicto en el que a su parecer no se tenía que estar. Una afirmación apoyada, dicho sea de paso, por la mayoría de sus conciudadanos.

En aquel entonces se dijo que Alemania y Francia eran los espejos en los que había que mirarse para mantener una linea incorruptible hacia el bienestar general y un posicionamiento totalmente democrático en el mundo. Además se decidió cambiar los ejes de la política exterior, buscando nuevos compañeros de viaje en las relaciones internacionales.

Casualidades de la vida, un orangután llegado a presidente de Venezuela fue su primer aliado. Un señor que lo primero que le pidió fueron barcos de guerra. Para el señor Z era un país amigo...y la ironía que le acompaña es, que la letra que tanto prodiga últimamente en sus vídeos, brilla inmensa y soberbia tanto en el nombre del país VeneZuela, como en el de su Presidente, ChaveZ. Tal vez nuestro querido señor Z debería empezar a cambiar de campaña...

Tras unos años de desastre político, los Franceses ya no son tan aliados, pues viajan a casa del amigo Americano a descansar en su rancho unos días, y los Alemanes llevan el mismo camino, pues también descansan en ese rancho. Otra ironía que debería quitarle el sueño...

Mientras tanto, Venezuela nos llama fascistas y ya no se acuerda de que era nuestro aliado, mientras que Chad nos chulea y solo se inclina ante Sarkozy para devolvernos a nuestras azafatas.

Y ahora yo me pregunto...¿en qué lugar de la política internacional estamos?

Es una jugarreta del destino, que a fuerza de huir de los Americanos y querer elevar nuestra voz por encima de la de los demás para hacernos un lugar en el mundo, ya no nos hagan caso ni los del tercero. Eso es menos que jugar en regional-preferente...Es otra jugarreta del destino, que ya no tengamos aliados sólidos en el exterior y que pretendamos continuar como si nada hubiera pasado, cuando un reyecito marroquí se atreve a dudar de la Españolidad de Ceuta y Melilla sin elevar lo más mínimo la voz.

Lo más irónico de todo, es que el señor Z defiende al señor Aznar de un insulto que él mismo está cansado hasta la saciedad de repetirle. Y lo que supera toda ironía habida y por haber, es que quien dé lecciones de democracia sea el que todavía calla los ataques a las sedes del partido de la oposición durante la jornada de reflexión de las elecciones que ganó.

Eso sí, esta cumbre está hecha a medida, como dice un conocido locutor de radio, para sacar el poncho y la guitarra y empezar a cantar a pleno pulmón canciones de buenismos fabricadas a base de frases grandilocuentes que perduran vacías de contenido durante años y años...el mismo vacío que el mundo entero nos muestra desde hace casi cuatro años.

Es lo que tiene una política basada en eslóganes...que al final pasa de moda.