Hoy he hablado con alguien por teléfono y no sé si he sido todo lo coherente que he querido. ¿Es lo mismo escribir una opinión que decirla de viva voz?

No. Mientras escribes eres capaz de medir tus palabras. Eres capaz de saber si entras en contradicción contigo mismo. Eres capaz de rectificar en el momento sin que nadie se de cuenta. Tienes tiempo de buscar respuestas que desconoces para poder ofrecer tu opinión. Puedes rebuscar en tu interior para ofrecer una respuesta lo más acorde con tu personalidad posible.

De viva voz, las palabras suelen amontonarse en la garganta. Puedes perder el hilo de la conversación y entrar en temas que nada tenían que ver con la pregunta. Puedes incluso intentar ser correcto llegando a ser totalmente superficial (adjetivar como superficiales a las amistades de los Blogs).

Es la primera vez que  he hablado con alguien sobre Blogs, sin tener el tiempo suficiente para pensar lo que tenía que decir. He dicho lo que creo que pienso de verdad sin tiempo a intentar ser políticamente correcto. Creo que este debía de ser su objetivo real. No dar tiempo al Blogger a que repensara su respuesta para saber exactamente lo que piensa de verdad.

En esta conversación he visto claro que muchas veces opino sin conocimiento de causa. O puede que fuera el nerviosismo de no saber a qué me enfrentaba. Mañana volveremos a hablar. Creo que mañana será un dia más tranquilo y mucho más productivo para él de lo que lo ha sido hoy. Mañana sé que no me enfrentaré a un ogro, si no a alguien que solo quiere saber para qué blogueo y porqué.

Me ha gustado y realmente parece buena gente. No se si yo se lo habré parecido. Mis incoherencias y mis atropellos a la hora de expresarme se lo habrán puesto difícil. Pero no importa, me he sentido Blogger durante 55 minutos.

Espero no haber pecado de superficial en esta conversación